TAIWAN
CULTURA, FIESTAS, RELIGIOSIDAD Y TRADICIONES
Según mi observación y
experiencia, Taiwan es un pueblo de grandes tradiciones, es un pueblo
religioso, y encierra una gran riqueza cultural en la que mezcla lo
autóctono y lo exterior compuesto por un conglomerado de pueblos,
ideales, lenguas y religiones. La realidad taiwanesa es compleja: su
historia marca esta complejidad por el abanico de pueblos que han
ofrecido sus tesoros y sus riquezas a esta isla. Pueblos de Europa, de
Asia y en especial, la sombra del "gigante de China".
Desde tiempos
remotos, los chinos celebran tres importantes fiestas en base al calendario lunar: el
Año Nuevo chino, el Festival de los Botes Dragón y el Festival de Medio Otoño.
Sin duda, lo que más me ha llamado siempre la atención ha sido la celebración del Año
Nuevo Chino.
El Año Nuevo Chino
También se conoce como la celebración del Año Nuevo Lunar, es una de las
más fiestas más coloridas y antiguas y se conmemora en todas las
sociedades de origen chino en cualquier lugar del mundo. Muy parecido al
Año Nuevo occidental, se caracteriza por un sinfín de tradiciones y
rituales. Su origen se remonta a muchos siglos de antigüedad, y de
hecho, no es fácil establecer una fecha exacta.
Por lo general, el Año Nuevo Chino cae tiene lugar a finales de
enero o principios de febrero del calendario gregoriano, y tiene una
duración de 15 días. Comienza con el primer día de luna nueva del nuevo
año y finaliza con la luna llena. El decimoquinto día del Año Nuevo se
conoce popularmente como el Festival de los Faroles, que por sí mismo,
es otra festividad muy especial caracterizada por exhibiciones de
faroles en diversos sitios públicos. Esta fiesta tiene un atractivo
particular para los niños. Pero para el viajero, no deja de sorprender
que el cambio de año se produzca en enero o en febrero. Nos resulta
difícil concebir la entrada de otro año enmarcada fuera de la realidad
de diciembre. Esta es una de las primeras realidades que nos interpelan a
nuestra mentalidad occidental.
Quizás
la parte más emocionante de la celebración del Año Nuevo Lunar sea la
víspera de Año Nuevo, ya que en los días anteriores y durante ese día se
observan cuidadosamente muchas tradiciones que van desde la preparación
de la comida hasta la vestimenta. Todos esperan con emoción este día
tan importante. Se suele comprar dulces tradicionales, carnes, verduras,
y todas esas decoraciones de color rojo (símbolo de suerte y felicidad)
que se colocan en las puertas y paredes de la casa. La víspera y el día
de Año Nuevo son celebrados generalmente en familia, es un tiempo de
reunión y agradecimiento. Se llevan a cabo ritos tradicionales, en
especial, se rinde honor al Cielo y a la Tierra, a los dioses locales y a
los antepasados de la familia.
Entre las preparaciones que comienzan, en la
mayoría de las familias, un mes antes de la fecha del Año Nuevo Chino,
se encuentra la compra de comidas, sobres rojos, decoraciones y ropa
nueva, especialmente para los niños. Las familias taiwanesas decoran sus
salas de estar con jarrones de flores o plantas, arreglos de naranjas y
mandarinas, y lo que nunca falta, una bandeja con dulces y confites,
así como frutas secas dulces.
El color es esencial en el Año Nuevo Lunar y lo
primero que resalta a la vista al visitar cualquier casa en estos días,
son los afiches de primavera, y pareados poéticos en papel rojo, que se
colocan en las paredes y puertas, y recitan versos como por ejemplo,
"¡Que tenga buena salud!" o "¡Que goce de mucha felicidad, prosperidad y
buena fortuna!". La gente en Taiwan confía en que pegar estos afiches
de primavera de llamativo color rojo en las puertas de las viviendas,
oficinas o negocios, atraerá la buena fortuna y la suerte.
Las
supersticiones y tabúes también son parte de las celebraciones del Año
Nuevo Chino, y entre ellas, una muy singular, es la limpieza de la casa.
Toda la casa debe limpiarse antes del día de Año Nuevo. En la víspera
de Año Nuevo Chino, todos
los instrumentos de limpieza, escobas, cepillos, aspiradoras, etc.,
deben guardarse bien. No se puede limpiar o desempolvar el día de Año
Nuevo porque se teme que se aleje la buena fortuna.
Otro aspecto que hay que tomar en cuenta es la
apariencia. La gente suele llevar puesto algo de color rojo porque se
cree que éste color aleja los espíritus malignos; además, este color se
considera brillante, un color feliz, que traerá un futuro soleado y
positivo al que lo lleve puesto. Según la tradición, no es bueno llevar
ropa blanca o negra durante el Año Nuevo, porque son colores asociados
con actividades poco alegres. Sin embargo, esta costumbre se ha
modernizado y la gente hoy día viste también esos colores durante esta
festividad.
Sin embargo, la comida es la protagonista del
Año Nuevo Chino, y sentarse alrededor de una mesa para disfrutar de
ella, es uno de los momentos más significativos de esta ocasión.
En Taiwan se acostumbra a celebrar la ocasión
junto con los colegas, empleados y clientes en los días anteriores a la
víspera de Año Nuevo, a esta reunión de fin de año se le llama wei-ya y
es una práctica muy común.
Es un hecho que durante las celebraciones del
Año Nuevo Chino se consumen más alimentos que en cualquier época del
año. Es un derroche de delicias. La cena de Año Nuevo se compone de
ricos platos y exquisiteces, así como de comidas tradicionales, que
conllevan símbolos, ya sea por su forma o pronunciación, y ciertos
alimentos se preparan por sus aspectos supersticiosos. Algunos
significan buena suerte y prosperidad; otros, vida y felicidad. Por
ejemplo, el pescado representa la unión y la abundancia; y el pollo, la
prosperidad. Se cocina tanto que el resto de los días no es necesario
volver a preparar nada. En general los estudiantes tienen alrededor de
un mes de vacaciones y los trabajadores unos cinco días.
Al finalizar la cena de Año Nuevo, el evento más
esperado por la generación más joven de la familia, la repartición de
sobres rojos o Hon Pao, que contienen dinero, y significan buena suerte y
fortuna para el que los recibe. Esta es una diferencia con los países
occidentales, donde por lo general, se intercambian regalos en ocasiones
especiales como la Navidad. Los adultos, en general, los mayores de la
casa, suelen repartir sobres rojos a los más jóvenes e incluso no tan
jóvenes pero que aún no se han casado. Después de la entrega de los Hon
Pao, los miembros de la familia realizan diversas actividades, tales
como jugar las cartas, juegos de mesa, especialmente el mahjong, que es
un juego de mesa tradicional chino, o se sientan juntos a ver programas
de televisión dedicados a la ocasión.
Y a fin de despedir el año viejo y recibir el
nuevo, y para completar la vibrante escena del Año Nuevo Lunar en
Taiwan, la explosión bulliciosa de petardos, triquitraques, y otros
fuegos artificiales, que anima el ambiente y hace las delicias de
pequeños y grandes, dejando a su paso una gran humareda blanca y el olor
característico de las tracas. Con el cielo iluminado con fuegos
artificiales, las calles decoradas con faroles rojos encendidos, las
puertas de las residencias, tiendas y edificios adornadas de hermosos
afiches de color rojo, los residentes locales y extranjeros de Taiwan
dan la bienvenida al nuevo año que suele estar representado por un
animal ya que según la astrología china que se base en ciclos de doce
años, cada año está representado por un animal auspicioso.
Aunque las celebraciones del Año Nuevo Lunar
varían de familia en familia, el mensaje que quiere transmitirse en esta
importante época del año es el mismo: paz y felicidad para los miembros
de la familia y todos los amigos.
Aunque Cuando se reanuda la actividad comercial y
laboral, en todos los bancos y oficinas o almacenes se empieza el
primer día con una gran explosión de petardos y tracas. También los
petardos son típicos en las bodas y acompañan el recorrido que hace la
pareja al lugar donde se van a casar.
Aunque
Una fiesta nacional con raíces en la cultura tradicional china que aún
se conserva en el calendario anual de Taiwan es el colorido Festival de
los Botes Dragón. Esta fiesta se celebra todos los años el quinto día
del quinto mes del calendario lunar (suele coincidir con el mes de
Junio). Este festival junto con el Año Nuevo Lunar y el Festival de
Medio Otoño conforman el trío de festivales tradicionales más
importantes del año.
Según la historia china, un famoso erudito,
político y poeta chino llamado Chu Yuan, quien tres siglos antes del
nacimiento de Jesucristo, sirvió al Emperador de Chu durante el período
de los Estados Guerreros. Fue un ministro leal que disfrutó de la
confianza total del Emperador. Luego, debido a las intrigas de sus
enemigos, fue desacreditado y se encontró en una situación difícil.
Durante ese entonces compuso un famoso poema llamado "Encontrando la
pena".
Chu Yuan nunca volvió a ganar la confianza del
Emperador, y el quinto día del quinto mes lunar del año 295 A.C., a la
edad de 37 años, Chu Yuan se amarró una piedra al pecho y se lanzó en el
Río Milo en la Provincia de Hunan. Por respeto al ministro como un
hombre correcto y honesto, la gente del área salió en sus botes en su
búsqueda. Es este intento frustrado de rescatar a Chu Yuan lo que cada
año conmemora el Festival de los Botes Dragón.
Quizás la parte más emocionante e interesante de
esta fiesta sean las competencias de botes con la forma de dragón que
en Taiwan se realizan en diferentes lugares de la isla. Mediante estas
competencias se demuestran también las virtudes de cooperación y trabajo
en equipo del pueblo. Estos botes dragón, como su nombre lo indica,
están elaborados con una cabeza y una cola de dragón, una criatura
mitológica china que se cree ejerce dominio sobre las aguas y controla
las lluvias. Durante las competencias, equipos de remeros, al ritmo de
un tambor, dirigen sus botes para llegar a la meta y ganar el trofeo.
Otra actividad característica de este festival
es la confección del delicioso tzungtzu, una especie de tamal de arroz
glutinoso envuelto en hojas de bambú. Cuando se supo que Chu Yuan había
perecido en las aguas, la gente que vivía a lo largo del río, lanzó
arroz cocinado al agua como sacrificio a Chu. Luego los pescadores
locales confirmaron que fueron los peces los que habían comido el arroz,
por ello, antes de volver a lanzar arroz al agua, primero lo
envolvieron en hojas de bambú. Así es cómo se llegó a la versión actual
del apetitoso tzungtzu.
El Festival de los Botes Dragón es más que una
simple fiesta. Es también una época para limpiar y sanear. Muchas
familias cuelgan en sus puertas hierbas saludables, que sirven como
decoración y para evitar la pestilencia y la entrada de los malos
espíritus. Colgar amuletos de hsiang pao o bolsitas perfumadas con
especias o medicina china en la ropa de los niños es otra costumbre en
esta fecha. Los niños tratan de recolectar tantos hsiang pao como les
sea posible. A los ancianos también se les hace entrega de estos
amuletos como un símbolo de respeto. Otra actividad muy interesante que
se realiza en esta fecha es la de tratar de equilibrar un huevo en uno
de sus extremos justo a las doce del mediodía. Al que lo logre se le
augura buena fortuna durante el período de un año.
El Festival de Medio Otoño se diferencia de los
otros dos por su estilo más apacible y suave de celebración. Las
festividades del Año Nuevo lunar y las regatas de botes dragón son
eventos acompañados por grandes despliegues de triquitraques, gongs,
platillos y mucha algarabía. También son celebraciones esencialmente
diurnas.
En contraste, el Festival de Medio Otoño es una
celebración más tranquila, elegante y esencialmente nocturna. Por lo
general, no se hacen grandes alardes ni tampoco muchos despliegues
sonoros. Más bien, es una especie de celebración familiar e íntima.
El festival, que cae en el decimoquinto día del
octavo mes del calendario lunar (coincidiendo con el mes de septiembre),
es una especie de acción de gracias, admiración de los hermosos dones
de la naturaleza y reflexión al acercarse el final de la ardua jornada
anual en el campo. Creo que se puede comparar el sentido de esta fiesta a
las "Temporas" latinas, acción de gracias a Dios por la abundante
cosecha.
Las noches de otoño son más placenteras y para
los chinos, la luna luce más grande y redonda en esta época del año. Por
esa razón, el Festival de Medio Otoño es una celebración
primordialmente relacionada con la luna.
Como en todas las culturas antiguas, los chinos
daban una connotación masculina al Sol, y una femenina a la Luna. En
Occidente, el Sol es el astro rey, y obviamente, la Luna es la reina del
firmamento.
En China, la luna ha sido uno de los temas
predilectos de los poetas, literatos y pintores a través de los años. En
torno a ella, se han tejido muchos romances y leyendas que resaltan el
embrujo que siempre ha ejercido sobre la humanidad.
Una de las leyendas más comunes sobre la luna en
China es la de Chang O, la curiosa esposa de Hou Yi, quien por error
tomó el elixir de la inmortalidad y desde entonces se encuentra
desterrada en su Palacio de Cristal en el único satélite que tiene la
Tierra.
A inicios del mundo, existían diez soles que no
hacían más que chamuscar toda la Tierra. Hou Yi, un robusto arquitecto y
arquero, salvó a la humanidad de una inevitable catástrofe al derribar
con sus flechas los nueve soles extras que había.
La Reina del Cielo Occidental, complacida por la
heroica acción de Hou Yi, le entregó una píldora de la inmortalidad y
le indicó que debía tomarla después de un año de ayuno, meditación y
preparación espiritual.
Desafortunadamente, su esposa era demasiado
curiosa y al descubrir la píldora cierto día, y pensando que su marido
tramaba algo al no informarle acerca de la misma, se tragó la divina
medicina.
Tras
de tomarse la píldora, Chang O comenzó a sentirse liviana como el aire.
Desafiando la gravedad, ella se elevó por los cielos y llegó a su nuevo
hogar en la luna. Al descubrir su error, ella quiso revertir el conjuro
y se metió los dedos en la boca para tratar de vomitar la píldora.
Tras mucho esfuerzo, Chang O tosió y vomitó la
píldora. Al tocar el suelo, la píldora se transformó en un conejo con un
pilón y mortero. Sin embargo, ella no pudo revertir a su estado mortal y
tuvo que aceptar el destino de vivir eternamente en su palacio lunar
acompañado del fiel conejo de jade.
En las noches de otoño, los padres chinos suelen
contarles la leyenda de Chang O a sus hijos cuando observan los
misteriosos contornos de la luna. Y cuando alguna nube pasajera perturba
un poco la claridad de la luna, los mayores dicen que es el travieso
conejo dando brincos en la superficie del cuerpo astral.
Pero los mortales en China se contentan con
sus ritos y celebraciones en esta época del año, tal vez tratando de
consolar a Chang O. Las amas de casa suelen hacer ofrendas en pequeños
altares improvisados en el balcón, la azotea o el jardín en honor de la
luna y su hermosa inquilina. Tradicionalmente, se hacían ofrendas de
espejos, peines, perfumes y otros artículos de tocador. Al fin y al
cabo, las mujeres comprenden mejor sus necesidades.
El festival tiene una fuerte influencia
femenina debido al rígido orden social que existía en China. En el
pasado, se prohibía a las mujeres estar en sitios públicos. Sin embargo,
la noche del festival era un momento de libertad temporal. Las mujeres
pasaban el tiempo fuera de casa, admirando la luna y conversando sin
mayor preocupación.
El Festival de Medio Otoño es esencialmente
una reunión familiar al aire libre bajo la apacible luz de la luna. Por
lo general, la cena de esa noche debe ser al aire libre. Se suele hacer
una parrillada, acompañada por abundantes pasteles de luna y pomelos. El
pomelo se produce para esta época del año y por su forma redonda, tiene
una asociación romántica con la luna.
Los pasteles de luna, cuyo nombre se debe a
la forma generalmente redonda que tienen, simbolizan la unidad familiar y
la perfección. Es costumbre regalar tales pasteles para esta época del
año. Su origen se pierde entre las tinieblas del tiempo. Es obvio que el
festival tiene relación con las celebraciones de otoño en la sociedad
rural de antaño, cuando ya se terminaba de recolectar la cosecha y
comenzaban los preparativos para el invierno.
La primera declaración de un Festival de la
Luna surge de un edicto imperial durante la dinastía Tang (618-907).
Pero, no hay una relación histórica precisa acerca de cuándo se inició
la tradición de comer los pasteles de luna.
Históricamente hablando, existe un incidente
relacionado con los pasteles de luna. Los mongoles invadieron China en
1279 y fundaron la dinastía Yuan. Durante casi un siglo, los invasores
impusieron un fiero reinado acompañado por un rígido control en todo el
territorio chino. Los chinos estaban ya hartos de la dominación externa y
deseaban alzarse en armas, pero no había forma de comunicar la
intención a todos los compatriotas.
Chu Yuan-chang, líder del movimiento
rebelde, tuvo una excelente idea para transmitir el mensaje a todos los
chinos. Se le ocurrió esconder una nota en papel en cada pastel de luna.
Los mongoles rehusaban comer dichos pasteles por temor a que estuviesen
envenenados y por contener una masa negruzca que para ellos les parecía
sospechosa.
Así, en la noche del Festival de Medio Otoño
de 1368, todas las familias chinas que comieron los pasteles de luna se
sorprendieron al descubrir una nota que revelaba que a medianoche era
la asonada.
Tal como se había previsto, a la media noche
y mientras los mongoles dormían tranquilamente acostumbrados al
jolgorio de los chinos en ese festival, estos últimos se alzaron en
armas contra el invasor foráneo, expulsándolo a su territorio natal más
allá de los confines de la Gran Muralla. Posteriormente, Chu Yuan-chang
fundó la dinastía Ming.
Cada provincia en China tiene su forma
peculiar de preparar los pasteles de luna. En algunos sitios, como en
Taiwan, la cubierta es más crujiente y quebradiza. Resulta imposible
decir qué tipo es el más sabroso.
Uno de los rellenos más comunes consiste en
una mezcla de semillas de loto, pasta de dátiles y yemas de huevo.
Algunas personas dicen que tales ingredientes tienen relación con la
rebelión en contra de los mongoles. Las semillas de loto representan las
semillas de la rebelión; los dátiles la fecha del alzamiento; y las
yemas el yugo opresor que debía ser extirpado.
En Taiwan, donde la alta tecnología y la
informática parecen desplazar a todo lo tradicional, el pastel de luna
sigue prevaleciendo como bocadillo indispensable para este importante
festival. Claro está, las modalidades modernas no han dejado de
incursionar incluso en este tradicional dulce. Ahora, algunas tiendas
más ingeniosas han comenzado a ofrecer pasteles de luna rellenos con
helado, frutas frescas y hasta goma de mascar.
También merece la pena ver la conmemoración
del Nacimiento de Matsu, diosa del mar y protectora de los pescadores y
los marineros (abril-mayo), el Nacimiento de Confucio (28 de septiembre,
Día de los Maestros) y el impresionante Festival de los Fantasmas
(agosto), en homenaje a los muertos.
Relacionada con todas las fiestas, y ya
hemos hablado por lo tanto de ella, la cocina tradicional china es una
muestra de la riqueza de este pueblo, por su variedad, colorido,
presentación y sabor. Comer es un placer, y para los chinos lo es más
aún. Recuerdo la primera vez que me invitaron a un banquete de bodas. En
la mesa empezaron a servir platos y platos y más platos, yo conté hasta
16 clases de platos distintos. Entre ellos no faltaba la variedad de
platos de verduras, pescados, carnes y sopas. Asistir a un banquete de
bodas chino es algo muy especial. Los invitados llegan, se sientan en
mesas reservadas para ellos según la relación con los novios. Por
ejemplo, los amigos del novio de la época de la universidad, o los
compañeros de trabajo de la novia. Las mesas redondas, y con manteles
rojos, reúnen a distintos gremios por separados. Una vez que los
invitados han llegado, se oye la marcha nupcial, se apagan las luces y
de este modo hacen su aparición los recién casados. Les ilumina un foco
de luz y ocupan su mesa junto a los padres de ambos. La comida empieza.
Los novios se irán levantando para ir brindando con cada una de las
mesas. Al principio yo pensaba que el novio bebía vino de arroz, un
licor muy fuerte. Pero luego me dijeron que era imposible, lo que bebe
es te, de otro modo no podría soportar todos los brindis que le esperan.
Algo característico de los banquetes de
bodas es que las novias suelen cambiarse de vestido en tres momentos
distintos. Cada vez que la novia aparece o desaparece, el novio va a
buscarla o a llevarla.
El banquete de bodas termina con unos
caramelos que los novios reparten a cada uno de los asistentes en la
puerta de salida.
Un banquete de bodas es un lugar típico para
disfrutar de las delicias culinarias chinas, pero en general, en
cualquier momento se puede gozar con ellas.
La comida china presenta una gran variedad y
es difícil hablar sobre ella, por eso he elegido uno de los platos más
característicos de la tradición culinaria china: el tofu.
Indicar el momento exacto en que el tofu
hizo su debut en la dieta china es difícil. La leyenda más escuchada es
la de Liu An, nieto de Liu Pang, el primer emperador de la dinastía Han
Occidental (206 B.C. -- 8 A. D.). Un día, la madre de Liu An se enfermó y
cayó en cama. Aunque a su madre le gustaba comer frijoles de soya, Liu
An pensó que éstos causaban indigestión, entonces para alimentar a su
madre, los molió hasta convertirlos en polvo, luego les agregó agua y
sal. De pronto, la mezcla comenzó a cuajarse. A Liu An se le despertó la
curiosidad y comenzó a experimentar con diferentes ingredientes. Luego,
descubrió que el yeso podía cambiar la leche de soya en cuajada, y que
ésta a su vez podía emplearse para crear platillos deliciosos.
Se puede hallar tofu en casi cualquier lugar
en Taiwan, y además hay una gran selección de platos --al vapor,
asados, guisados, y fritos". El tofu es popular porque no es caro y se
considera un alimento saludable por su alto nivel proteínico y bajo
colesterol.
Entre la variedad del tofu, la que
destaca por su olor tan característico, difícil de soportar para los
occidentales, es el chou tofu que como su propio nombre indica es un
tofu que huele mal. Para los taiwaneses es una delicia, un manjar, pero
para el gusto occidental es algo fuerte, de sabor extraño. En general, a
mi no me gusta el chou tofu, lo he comido en contadas ocasiones y
cuando lo he hecho ha sido acompañado de cerveza para pasar el sabor tan
fuerte.
Por último me gustaría hacer una mención
especial al hecho religioso en Taiwan. La religión es algo primordial en
la vida de una persona. Estoy convencida que el ser humano es por
naturaleza religioso. Pero cada lugar y cada cultura tienen su espacio,
tradición e historia religiosa. El caso de Taiwan no es especial, y
ubicada en el contexto pluricultural y plurireligioso asiático, Taiwan
ofrece una gama de creencias y religiones que bien merecería un capítulo
aparte. Las cifras oficiales reflejan que el budismo es la religión
mayoritaria en Taiwan y que junto a él conviven el taoísmo y otras
religiones "minoritarias" en este contexto: catolicismo y
protestantismo. Pero en la práctica se puede decir que hay una fuerte
mezcla de las tradiciones budista y taoísta y esto crea lo que se ha
denominado "religión popular".
Para un occidental esta mezcla de religiones
ofrece un panorama rico y todo un ejemplo de tolerancia y convivencia
entre las distintas creencias. Cada uno confiesa una fe distinta pero
cada uno expresa que "su dios" es como el otro "dios" de otra religión.
La unanimidad es apabullante y todos coincidimos en que no hay más que
un "dios" bajo el cielo y sobre él. En Taiwan se aprende a respetar lo
diferente, a valorar lo distinto y a apreciar al otro en su riqueza de
creencias, símbolos y leyendas.
No es mi objetivo, no lo pretendo, mencionar
y explicar cada tradición. Me gustaría, eso si, exponer algunos
ejemplos de vivencias y experiencias que he tenido a lo largo de estos
años.
Nada más llegar a Taiwan me tocó participar
en un "funeral" budista. La impresión aún me dura, pero a base de ir
participando en estos rituales y ceremonias, un occidental acaba
"acostumbrándose", si bien, ello no es motivo para que deje de
interpelarnos.
En Taipei hay dos grandes lugares destinados
a la celebración de los rituales fúnebres. No encuentro el nombre
adecuado para estos lugares. No son capillas, no son tanatorios…son unas
salas destinadas a rezar, a recordar al difunto, y a presentar nuestros
respetos. Todo ello se une a la familia del difunto, De modo que es una
vía de compartir el dolor y apoyarnos mutuamente en este paso o
tránsito, culminación de la vida de una persona.
El primer ritual que le espera a un
occidental en estas celebraciones es la entrega de un sobre blanco con
dinero. El dinero que se encuentra en el interior tiene que ser una
cifra impar. Es decir, el número de billetes debe ser una cifra impar.
Este sobre está destinado a la familia, es una manera de ayudar en los
gastos del funeral, que dicho sea de paso, es un ritual costoso.
Así, en la entrada de estos locales hay una
mesa y en ella uno firma y entrega su sobre blanco. Los grupos definidos
como empresas, comunidades u otro tipo de asociaciones de las cuales
participaba el difunto, también necesitan registrase y depositar un
sobre blanco.
Cuando uno entra en el local toma asiento y
entonces se fija en las personas que van a participar de la liturgia. No
falla. En todas las liturgias hay un grupo de plañideras, contratadas
para eso, para llorar. Suelen ir vestidas de azul y.., suelen cobrar un
buen dinero por hacer este servicio.
Las liturgias suelen tener dos partes. En la
primera, la familia presenta sus respetos al difunto. Hay un "maestro
de ceremonias" que va llevando el ritmo de la celebración y le dice a la
familia lo que tiene que ir haciendo en cada momento. Cuando se tienen
que arrodillar, levantar, etc.
La segunda parte está reservada a amigos y
grupos en general. Mientras, la familia se divide en dos partes. A la
derecha suelen estar los varones de la familia, todos vestidos de azul o
negro. Si es una familia más tradicional suelen llevar una capucha de
tela de saco, y un distintivo blanco, símbolo de luto. A la izquierda
suelen situarse las mujeres de la familia, y el color de las ropas es
igual al de los varones. Cuando el muerto es una persona de edad
avanzada, lo normal, toda la familia está representada a ambos lados,
izquierda y derecha, pero cuando el muerto es una persona joven, las
personas que están en ambos lados deben ser más jóvenes que el difunto,
porque "los de pelo blanco no pueden enterrar a los de pelo negro". Es
una creencia que los hijos deben enterrar a sus padres y presentarles
todos los respetos, pero los padres no pueden enterrar a sus hijos, y en
general no asisten a estos funerales. Otra creencia es que si asisten
personas mayores al difunto, estos pueden y deben golpear con una vara
el ataúd del difunto. Los golpes muestran contrariedad ante la muerte
temprana, y la "falta de respeto" porque el joven se "fue" antes que los
adultos.
El ritual en el que se presentan los
respetos al muerto es muy simple, si bien la decoración de la sala es
muy recargada para el gusto occidental, y hace empleo de unos colores
muy llamativos, el blanco, el amarillo…Se suele poner una especie de
altar donde se coloca una fotografía del difunto. A ambos lados de la
fotografía así como delante de la misma, se colocan flores, tiras de
papel blanco con escritos en caracteres chinos, en los que se incluyen
el nombre del difunto y otras frases de respeto o deseo de que haya
pasado a "mejor vida", y delante, en la mesa más cercana, se pone
comida, frutas, pollo, pescado…y un recipiente para el incienso.
La segunda parte de la liturgia comienza.
Todos los grupos, gremios u otras asociaciones presentarán sus respetos
al difunto. Suele ser igual para todos los grupos: un representante o
una representante del grupo ofrece incienso, flores y comida. Todo esto
comienza con una inclinación de respeto al difunto y cada presentación
de los distintos objetos, también va acompañada de una inclinación, al
comienzo y al final. Por último, se hace una inclinación a la derecha,
lugar donde están colocados los varones de la familia del difunto, y a
continuación a la izquierda, donde están las mujeres.
Una vez que el grupo ha presentado sus
respetos se puede retirar. Pero hay grupos que se quedan hasta el final,
cuando uno puede ir a despedir al difunto que se encuentra en la sala
posterior a donde se ha celebrado el ritual fúnebre. El cadáver ha
podido estar en una cámara frigorífica por más de dos o tres semanas,
desde su muerte hasta el ritual fúnebre. Y cuando uno va a presentar sus
respetos al difunto, se encuentra que éste tiene una moneda en la boca,
símbolo de la prosperidad en la otra vida.
Para finalizar la liturgia fúnebre, el ataúd
recorrerá la antesala en la que se celebró el ritual. Todos los
presentes dejan un pasillo para que pase el ataúd y todos le mostraran
sus respetos a su paso, con una inclinación de cabeza. Todas las cosas y
objetos materiales de esta liturgia se recogen en una caja y esta caja,
en la que también entran las cenizas que simbolizan al muerto, la lleva
el hijo varón del difunto, y un adulto acompaña al hijo y ambos salen
bajo un paraguas negro que es abierto en la sala, antes de salir a la
calle, y que simboliza la "separación" del difunto entre el cielo y la
tierra. El paraguas marca la separación porque aún el cadáver no ha sido
enterrado y por lo tanto aún no ha ocupado su lugar.
Es bonito e interesante participar en estos
rituales tan distintos. Una de las cosas que más me gusta es la música,
una música típica taiwanesa, con instrumentos propios de esta isla. Las
ceremonias suelen ser sencillas y solemnes. Mientras más joven es el
difunto, más sencilla es la celebración.
A la viuda joven del difunto le quedan por
cumplir muchos rituales. Se supone que ella no debe ir a la cremación
del esposo. Si lo hace, expresa su deseo de "morir con él, de ser
quemada con él". Y por lo tanto, si se "quema" simbólicamente hablando,
con él, no puede volver a casarse.
A la viuda le corresponde presentar sus
respetos al difunto a lo largo de un año. Al principio y al medio del
calendario lunar, ella debe ofrecer al difunto esposo, flores y comida, y
también quemar papel "dinero", todo ello simboliza que al difunto no le
falte de nada en la otra vida. El ofrecimiento lo hacen en una sala
dedicada para esto, en una de las dos "funerarias" de Taipei, según le
corresponda por vivir en la provincia o en la capital.
La viuda no puede salir de su casa hasta
pasados 40 días de la muerte de su esposo, y no puede vestirse elegante,
ni puede rasurar su cabello, cortárselo o realizar otro tipo de cosas
destinadas a embellecer su rostro.
Cuando la familia del difunto no tiene
dinero para costear el ritual, suele ocurrir algo muy curioso, que
también sucede con las familias más pobres que casan a sus hijos y no
tienen dinero para pagar el banquete de bodas. En ambos casos se suele
"cortar" una calle, y se colocan los objetos del funeral o del banquete
de bodas, bajo una especie de "carpa" compuesta por telas de lonas, de
rayas en azules, blanco y rojo. Así uno puede encontrar una avenida
principal o una calle estrecha de Taipei o de la provincia, cerrada por
la celebración de estos rituales. En el caso del banquete de bodas, se
cocina allí mismo y la interrupción del tráfico suele durar un par de
días, en el caso de un ritual fúnebre, el tráfico se puede interrumpir
varios días. Y lo que llama la atención es la resignación y la
tolerancia de todos. Nadie protesta.
Por último me gustaría mencionar dos cosas
significativas en Taiwan, la primera nos habla sobre el mes de los
Espíritus, que se suele celebrar entre Julio y Agosto, la segunda nos
habla sobre el gong, un instrumento típico que no puede faltar en
templos ni en ceremonias o rituales religiosos o propios del folklore
taiwanés..
En las ciudades portuarias, y al pasar la
medianoche, el encargado del templo, junto a importantes funcionarios de
la municipalidad, procede a abrir un pequeña puerta a un costado del
altar principal. Al abrirse, se siente un aire frío que sale y los
presentes comienzas a quemar incienso. El acto da inicio a las
celebraciones del Mes de las Ánimas en Taiwan y la puerta quedará
abierta por espacio de un mes.
Los monjes budistas y taoístas comienzan a
recitar sutras y hacer conjuros mágicos para recibir la llegada de los
seres del otro mundo, quienes una vez al año tiene la oportunidad de
volver a este mundo de los mortales.
Los chinos creen que cuando alguien muere,
su alma permanece rondando entre el cielo y la tierra. Por esa razón,
los deudos deben hacer elaborados ritos fúnebres y darle sepultura para
que pueda finalmente descansar en paz. Desde el día de su muerte, hay
una serie de fechas en los años a venir, donde resulta imprescindible
que sus descendientes realicen novenas y ofrezcan sacrificios al
antepasado. De esta manera, su ánima intercederá por la familia y
garantizará éxitos y prosperidad para sus miembros.
Sin embargo, las almas de aquellos que han
muerto en circunstancias extraordinarias y no han recibido adecuada
sepultura, así como de quienes han quedado sin progenie, están
condenadas a deambular como ánimas errantes.
Las actividades del Mes de las Ánimas están
dirigidas a ellas principalmente, de modo que también puedan disfrutar
del calor humano. Una de las costumbres folklóricas más interesantes de
la temporada es el putu o rito de salvación universal, que combina
creencias budistas y taoístas.
El pueblo en Taiwan se refiere al séptimo
mes del calendario lunar como Mes de las Animas, y se inicia con la
"Apertura de las Puertas del Infierno" en el primer día de ese mes.
El rito del putu se divide en cuatro partes
principales: invitar a las ánimas, ofrecerles comida, recitar sutras en
honor a ellas, y finalmente, despedir a las ánimas.
El acto de invitación a las ánimas involucra
la apertura de la puerta del infierno, que según la creencia popular,
está conectada con el otro mundo. Al ser abierta la puerta, los fieles
presentes invitan a todas las ánimas errantes a que salgan de la
oscuridad del inframundo y entren al mundo luminoso y sensorial de los
mortales.
Para que las ánimas errantes tengan un
acceso tranquilo hacia este mundo, la gente levanta postes con faroles
frente y en los alrededores de los templos para orientar a dichos seres.
Mientras más altos sean los postes, mayor será el área iluminada y más
ánimas errantes podrán llegar a estos sitios designados para recibirlos.
Los templos tienen que calcular
cuidadosamente la cantidad de alimentos que pueden ofrecer, evitando
tener "demasiadas ánimas y poca comida". Si las ánimas llegan a un
templo y no encuentran qué comer, se sentirán agraviadas y podrían traer
infortunios a los seres humanos.
Aparte de los postes con faroles, también
hay una ceremonia para colocar faroles flotantes en ríos y playas, con
el propósito de iluminar a las ánimas de quienes hayan muerto ahogados.
Se cree que es menester soltar los faroles flotantes en la marea alta,
ya las ánimas suelen llegar con las olas.
El ofrecimiento de comida es la parte más
importante del putu y los fieles consideran que es menester saciar el
apetito de las ánimas. Aparte de comida, la gente también prepara
vestimenta nueva para que su llegada al mundo de los mortales sea más
confortable.
Los ritos budistas y taoístas en honor de
las ánimas tienen ciertas diferencias entre sí, pero llevan un mismo
propósito: aliviar las penas de las ánimas errantes. Los maestros
taoístas suelen hacer un rito disciplinario para poner cierto orden
entre las hordas de ánimas que llegan a la mesa de las ofrendas, de modo
que cada una pueda comer.
Otra parte importante del rito consiste en
la recitación de sutras para las ánimas errantes, de modo que se pueda
ayudarlas a cruzar el sendero hacia el paraíso. En la tradición budista
este rito se conoce como Ullambana, que es un vocablo en sánscrito que
significa "liberación del sufrimiento". En China, la tradición relaciona
el rito con la leyenda de "Mulien salva a su madre del infierno".
La leyenda budista nos narra que Mulien se
percata que el ánima de su madre sufre de hambre y torturas en el
infierno. El decide viajar al ultramundo para encontrar a su madre y
llevarle comida. Cuando logra encontrar a su madre, Mulien le ofrece
comida, pero para sorpresa suya, los bocados que le da se transforman en
llamas antes que ella pueda colocarlos en la boca.
Desesperado, Mulien acude al Buda Sakyamuni
para que le ayude a salvar a su madre. Buda le responde: "Los pecados de
tu madre en el pasado son tan graves que no la podrás salvar tú solo.
Tienes que encontrar diez monjes, ayunar y rezar juntos en el
decimoquinto día del séptimo mes".
Siguiendo las instrucciones de Sakyamuni,
Mulien ayuna y recita sutras permanentemente hasta que logra finalmente
salvar a su madre del infierno.
El decimoquinto día del séptimo mes es
conocido en chino como el Festival de Chung Yuan o mitad del mes, que es
el día más importante en el Mes de las Animas. La leyenda budista ha
sido transmitida durante generaciones, y los fieles budistas en todo el
mundo realizan ceremonias de caridad ese día con el fin de lograr
indulgencias para las ánimas desamparadas. Las celebraciones del Chung
Yuan también son una ocasión propicia para enseñar las virtudes de la
piedad filial.
Mucha gente prefiere quedarse en casa y no
salir a la calle en ese día, para evitar la mala suerte de encontrarse
con algún alma en pena. Hay que tener especial cuidado de no andar cerca
del río o el mar, ya que los fantasmas del agua podrían hacerle mal a
uno. Estos seres desdichados suelen arrebatarle la vida a un viviente
para poder salvarse ellos. Si alguien muere ahogado, su alma no puede
salir del medio acuático si no encuentra alguna otra alma que la venga a
reemplazar.
Este jolgorio en el mundo de los mortales
termina el día 29 del mes, que se conoce como "Cerrar las Puertas del
Infierno", ya que esas puertas deben ser cerradas en esa fecha.
En el momento designado, un monje taoísta
inicia la liturgia cantando conjuros y sosteniendo una "espada de siete
estrellas", avisando a todas las ánimas que ya ha llegado el momento de
regresar al Averno. Cuando se cierran las puertas, el monje se tapa los
oídos para evitar oír las súplicas de las ánimas que lamentan su retorno
al otro mundo.
Cuando las puertas quedan cerradas, la gente
hace una ofrenda ritual de comida a la entrada de sus hogares, y quema
incienso y papel moneda para sus antepasados que se encuentran en el
mundo inmaterial.
El rito del putu se le conoce en Taiwan
también como las ofrendas para "honrar a nuestros buenos hermanos", y su
tradición surge con la llegada de los primeros inmigrantes desde China
continental. A partir del siglo XVII, se formaron los primeros
asentamientos de personas han en la isla, y el ambiente era muy hostil.
Los recién llegados tenían que enfrentarse a todo tipo de amenazas,
enfermedades y combates sangrientos con los nativos.
El viejo refrán: "Nueve muertos y un vivo"
explica muy adecuadamente la situación a que se enfrentaban los primeros
pobladores de Taiwan. Muchos de los recién llegados habían venido
solos, dejando a sus familiares en el territorio continental. Al morir,
no tenían familiares que les pudiesen hacer los ritos fúnebres y darle
adecuada sepultura.
Por esa razón, las ánimas de esos
antepasados fueron consideradas como "buenos hermanos" y las
celebraciones del Mes de las Animas han constituido también un gesto de
veneración y solidaridad fraternal hacia quienes han perecido en una
tierra extraña. Su denominación contrasta con las ceremonias para
"honrar a los foráneos" que se realizan también en esta fecha en China
continental.
Muchos de estos "buenos hermanos" perdieron
sus vidas defendiendo las aldeas donde vivían. Su ejemplo de valentía y
heroísmo no debe ser olvidado por las generaciones posteriores. Con el
tiempo, el rito del putu se convirtió en un importante medio para
reforzar las relaciones personales entre los pobladores de Taiwan.
En la actualidad, las festividades del Mes
de las Ánimas son más modestas en escala debido a que el Gobierno insta a
más frugalidad en las celebraciones religiosas. De esta manera, tal vez
se haga un verdadero acto virtuoso, como siempre lo han prescrito las
tradiciones foklóricas en torno al rito del putu.
Y para terminar este aspecto, algunas
características sobre almas, espíritus y fantasmas. Los espíritus no
tienen formas y las imágenes que toman reflejan la cultura china, la
cultura viva. El primero de estos espíritus es el fantasma femenino.
Todos los guiones sobre espíritus son iguales: el amor entre una bella
fantasma y un joven intelectual. Nunca se dará el amor entre un fantasma
masculino y uno joven del mundo de los vivos, o entre dos espíritus. En
general, el personaje femenino es "malo". Pero los fantasmas femeninos
tienen belleza y gracia, y cautivan a los hombres. A la vez son amantes,
cariñosas y amables. En China los espíritus femeninos no solo tienen
sentimiento y amor filial, sino que además están llenos de vitalidad y
pueden engendrar hijos. Cuando el fantasma satisface los deseos sexuales
del hombre, vuelve al más allá, al otro mundo. ¿Por qué existen
fantasmas femeninos? Porque en la realidad la mujer no tiene estas
oportunidades. La sociedad paternalista y tradicionalista de China
convierte a la mujer en esclava de su marido y de su suegro. A la mujer
le quedan dos alternativas: esperar a que los suyos se mueran y sufran
en el infierno, y vagar como espíritu para vengarse de los que le han
hecho sufrir.
El hombre tiene 3 almas espirituales y 7
sensitivas. Los vivos son seres con alma espiritual y sensitiva, los
muertos carecen de alma espiritual y sensitiva, los fantasmas o
espíritus tienen alma espiritual pero no sensitiva, tienen cualidades
intelectuales pero cuerpos frágiles porque no comen y no tienen peso, y
los vampiros tienen alma pero no espíritu. Los vampiros no reconocen a
sus familiares, solo buscan morder lo que ven. Sus funciones físicas
están fuertes: les crecen las uñas, el pelo, pueden tirar puertas, dan
saltos.
El concepto de los espíritus se deriva de la
creencia de que el alma no desaparece tras la muerte. Según la
tradición budista, el estado de los espíritus no es eterno.
Con un bang justo en el centro, el gran
gongo del Templo Matsu de Peikang, emite un sonido profundo y
estruendoso. Los retumbos se dispersan como ondas en una laguna -el
sonido se intensifica lentamente, luego rompe como olas. Algunos creen
que ésta es la voz de Matsu, la diosa del mar y protectora de los
marineros. Otros niegan a Matsu el monopolio del sonido sobrenatural y
lo llaman simplemente el "estruendo de los dioses".
No se sabe cuándo los artesanos comenzaron
por primera vez a elaborar estos instrumentos gigantescos en forma
esférica. Pero el sonido profundo y retumbante que produce el gongo es
el corazón de la antigua música pei-kuan- una forma musical popular
introducida en Taiwan desde China continental durante la Dinastía Ching
(1644-1911). La música pei-kuan se escucha en las óperas tradicionales,
celebraciones de los templos, ceremonias públicas y festivales. El gongo
marca el ritmo para el acompañamiento de platillos, trompetas, tambores
e instrumentos de cuerda. Debido a que servía de fondo musical en los
festivales y eventos imperiales, pei-kuan era con frecuencia música para
marchas y desfiles, y el sonido profundo y continuo del gongo llevaba a
los marchantes hacia delante o advertía a los ciudadanos que debían
abrir camino para darle paso a la procesión oficial.
Para crear el "estruendo de los dioses", los
artesanos trabajaban con sus martillos -elaborando gongos de hierro y
bronce. Hoy, los métodos tradicionales para hacer gongos han sido
preservados por algunos artesanos maestros que fueron comisionados para
crear el gongo de procesión para el Templo de Matsu en Peikang, y cuando
el producto final fue entregado en 1985, el gongo era el más grande del
mundo, con 182 centímetros de diámetro y 160 kilogramos de peso. Siete
años después de la creación del gongo de Peikang, se fabricó un gongo
aún muchos más grandes -238 centímetros de diámetro y 400 kilogramos-
dedicados a la misma diosa, pero para un templo diferente.
Cuando fue terminado, el enorme gongo emitía
un sonido intenso y de gran profundidad. El tamaño y el volumen de un
gongo tienen importancia para el orgullo de un templo, especialmente en
ocasiones como las celebraciones concurrentes, cuando los encuentros de
grupos procedentes de diferentes templos en los desfiles en las calles a
menudo producen un espíritu competitivo. Actualmente, los templos
constituyen los principales clientes del negocio de la fabricación de
gongos. Además de los pedidos de los templos, los fabricantes de gongos
realizan también gongos por encargo de personas piadosas que desean
obsequiarlos a los templos.
Ahora es posible comprar gongos afinados que
llevan una nota específica, y un solo lugar en la isla es capaz de
hacer estos instrumentos. El primer juego de gongos hechos a mano de
trece notas fue utilizado como acompañamiento en 1998 por el Teatro U,
un grupo teatral taiwanés, en una presentación durante el Festival
d'Avignon en Francia.
Estos gongos se suelen pasear por la ciudad,
por las carreteras, en general, cuando hay "procesión", es decir,
cuando hay grupos que recorren otros templos. Y es impresionante ver a
estos grupos desfilar por las calles, por el colorido, la música entre
otros. Pero lo más impresionante aún es sufrir las consecuencias del
tráfico.
Indudablemente las fiestas, las tradiciones y la
religiosidad taiwanesas abarcan mucho más de lo que hemos expresado.
[CONTINUAR]
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