Asia oriental
La mujer en la Dinastía Song
por Mayte
08/02/2009

         El periodo de esplendor que vive la dinastía Song y que integra ideas tradicionales y nuevos modos de vida, nuevas técnicas y nuevos estilos que impregnan el ambiente(1), muestra al mismo tiempo, al menos, desde un punto de vista occidental y actual, rasgos de menor brillantez. Entre ellos uno que constituye el objetivo de este estudio: la situación de la mujer, uno de los grandes pilares de la sociedad y de la familia china.

    La mujer en la tradición china y en la dinastía Song

        En la antigua China la mujer no tenía ningún valor, pasaba la vida a través de las celosías de las ventanas, sin hablar con nadie, afanada en sus labores y realizando las tareas de la casa como una criada más(2). Sin embargo en ciertas etapas de la historia, como por ejemplo en la época de los Tang (618-906) las mujeres de la clase alta disfrutaban de una libertad sin precedentes, entrando y saliendo de casa montando a caballo y practicando deporte al aire libre(3). En la dinastía Song era vista, generalmente, como bien educada y reservada y respondía al prototipo de obediencia y sumisión al hombre concebido por Confucio(4).
        A través del rollo de Zhang Zeduan, que sorprende por el alto porcentaje de población masculina y la escasa presencia femenina, (alrededor de quinientas personas de las que unas veinte son mujeres) (5), podemos observar escenas como la de la boda, que nos plantea el valor de la mujer y las tradiciones culturales de aquella etapa de la historia e invitan a reflexionar en torno a las actividades y/o trabajos que la mujer podía desempeñar en esa época.
        La escena de la boda refiere el objetivo principal de la mujer china: su única educación consistía en prepararse para ser casada como moneda de intercambio mediante matrimonios concertados. La mujer no conocía a su marido ni a sus suegros hasta la celebración. Su familia natal recibía dinero y alimentos a cambio, como parte de la dote. La mujer abandonaba su hogar y pasaba a vivir a la casa del marido, una familia extraña. Por ello, un proverbio dice que “educar a una niña es como estar labrando el campo de otro hombre” (6). Su nueva familia la humillaría si no aportaba hijos varones y en ese caso era “cambiada” por otra mujer o por una concubina. (7) Éstas se hallaban en los barrios de entretenimiento de Kaifeng o Hangzhou, localizados dentro de la ciudad o fuera de ésta, pero cercanos a las rampas de entrada (8). En ellos, las casas de te, restaurantes y lugares en los que se encontraban los contadores de historia ofrecían los servicios de mujeres como concubinas, cantantes o prostitutas. También existían los “barcos de entretenimiento”, pequeñas embarcaciones en las que se ofrecían diversiones y en los que la figura central estaba constituida por chicas cantantes (9). El papel como concubina de la mujer china, supone toda una tradición en la historia de este país. Por lo tanto no es de extrañar que durante el reinado de Xining (1068-1077) la corte convocaba a la elección de las bellezas para que el emperador escogiera a su concubina y sirvientas en el palacio imperial (10).
        Las bodas eran motivo de grandes fiestas y banquetes en los que nunca faltaba el arroz y el cerdo, la base de la alimentación Song (11). Según relatan los documentos de Marco Polo, “en la ciudad de Kaifeng existían islas y en ellas muchas habitaciones y pabellones en los que se celebraban bodas y banquetes” (12).
        Contraer matrimonio tras la muerte del esposo era algo habitual si bien la mujer quedaba en una situación repudiable por lo que a fines de siglo XI la fidelidad, una de las virtudes más valoradas de la mujer en la cultura china, aumentaría de manera significativa y de ello dan buena cuenta poemas, inscripciones conmemorativas e incluso se llegó a la recompensa imperial (13). Otros textos opinan que lo que se hizo fue prohibir el matrimonio de las viudas (14). Por lo tanto el tema de la fidelidad, en este último caso era algo “forzado”.

    Una nueva tradición: El vendado de los pies

        Pero sin lugar a dudas la tradición que se puso más de moda durante la dinastía Song era el vendado de los pies para evitar su crecimiento. Parece ser que las primeras que sufrieron esta práctica fueron las bailarinas de la corte y que se extendió posteriormente a las damas de la aristocracia y después a las masas de la población a excepción de las más humildes y a aquellas de regiones más meridionales (15). La técnica consistía en vendar los pies doblándolos hacia adentro en forma de cuña. Este procedimiento se continuaba durante algún tiempo hasta conseguir que los huesos se quebraran y entonces los pies dejaban de crecer. Se les hacía a los tres o cuatro años, cuando los pies aún no estaban formados y así no podían crecer. Si se hacía más tarde existía el riesgo de sufrir deformaciones y enfermedades de por vida, incluso la muerte. Los pies se transformaban en unos muñones que las obligaban a andar con unos pasitos minúsculos y sincopados y les impedía salir de casa. Una práctica muy brutal conocida también como “lotos de oro”. Los pies pequeños eran símbolos de la mayor belleza y sensualidad para los hombres, y este hecho ofrecía grandes oportunidades para el casamiento (16). La atrofia de los pies determinaba el estrechamiento de la vagina, con lo que se aumentaba el placer sexual (17). Los “sancunjlian” o “pies pequeños a la fuerza”, debían reunir los siete caracteres clásicos: delgados, pequeños, agudos, curvos, fragantes, suaves y simétricos (18).
        La insurrección taiping de mediados de la década de 1850 llevará consigo un importante papel en la mejora de la situación femenina. Los insurrectos consideraban iguales a hombres y mujeres, se prohibió la prostitución y el vendado de los pies, permitiendo a la mujer una mayor libertad en su movimiento, al tiempo que se le otorgaba los mismos derechos sobre la propiedad de la tierra. Sin embargo, se produjeron contradicciones como someter a la mujer a trabajos forzados a las mujeres con los pies vendados capturadas durante la revuelta (19). En este sentido, es de todos conocido el hecho de que los esfuerzos por promover la igualdad entre los sexos no han eliminado buena parte de las estructuras tradicionales perjudiciales para las mujeres y numerosas familias continúan abandonando a sus hijas, que son recogidas en orfanatos públicos. El vendado de los pies se prohibió a fines de s. XIX. Sin embargo continuó practicándose a escondidas en las zonas rurales de China hasta bien entrado el siglo XX.

         REFERENCIAS
    (1) E.A.Kracke, Jr. The Far Eastern Quartely, Volume 14, Issue 4, Special Number on Chinese History and Society (Aug. 1955), 479-488.
    (2) http://www.revistaesfinge.com. 14/10/2008
    (3) Folch i Fornesa, D. Historia de Asia Oriental I: los imperios de Asia Oriental. Barcelona: Fundacio per a la Universita Oberta de Catalunya. Segunda edición, 2005. p.25.
    (4) http://www.ansewrs.com. 13/11/2008
    (5) Hansen, V. The Beijing Qingming Scroll and Its Significance for the Study of Chinese History. Journal of Sung-Yuan Studies, 1996. p.4.
    (6) http://www.artehistoria.jcyl.es. 14/10/2008.
    (7) http://www.revistaesfinge.com. 14/10/2008.
    (8) http://www.answers.com. 13/11/2008.
    (9) Gernet, J. Daily life in China. On the eve of the Mongol invasion 1250-1276. Standford University Press, Stanford, California, 1962. p.53-54.
    (10) http://espanol.cri.cn. 14/11/2008.
    (11) Gernet, J. Daily life in China. On the eve of the Mongol invasion 1250-1276. op. cit., p.9.
    (12) Idem.
    (13) http://www.artehistoria.jcyl.es. 14/10/2008
    (14) Folch i Fornesa, D. Historia de Asia Oriental I: los imperios de Asia Oriental.op. cit., p.25
    (15) http://www.artehistoria.jcyl.es. 14/10/2008
    (16) http://www.revistaesfinge.com. 14/11/2008
    (17) http://www.artehistoria.jcyl.es. 14/11/2008
    (18) http://www.revistaesfinge.com. 14/11/2008
    (19) http://www.artehistoria.jcyl.es . 14/11/2008

    [Volver]

    mayte@aered.net

    [Principal] [Mayte] [Rincón Literario] [Asia Oriental] [Andalucía] [Enlaces]

Firma mi libro de visitas